Según ha informado la agencia de noticias oficial Anatolia, las fuerzas de seguridad han indicado que se trata de Burak Yavuz, un joven de 20 años originario de la provincia de Sanliurfa, en el sureste de Turquía, epicentro del conflicto entre las fuerzas estatales y las milicias kurdas.

El 10 de diciembre, un coche bomba explotó en los alrededores del estadio del Besiktas. Poco después se producía una segunda explosión en un aparcamiento cercano. Un total de 44 personas murieron y unas cien resultaron heridas.

Las autoridades turcas han detenido ya a 13 sospechosos en relación con este atentado, que ha sido reivindicado por los Halcones de la Libertad del Kurdistán, una escisión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).