Cantando y entregado, así estaba Trump cantando en el concierto celebración de su investidura. Allí se presentó como el mensajero del cambio. "Soy el mensajero, soy un simple mensajero. Y estábamos cansados... Queríamos un cambio, pero un cambio de verdad".

Cree que lo que han hecho es histórico. "Lo que hemos hecho es tan especial, están hablando de ello en todo el mundo", afirmó Trump.

Justo antes del concierto, Trump celebraba un almuerzo con su nuevo gabinete y miembros del Congreso. Y delante de todos ellos y de las cámaras, ocurrió esto: Melania no quería hablar, pero Trump, no le dejó opción a base de aspavientos.

Justo después, Trump presumía de inteligencia, de la de su gabinete. "Tenemos, de lejos, el cociente intelectual más alto que jamás se haya visto en un gabinete", aseguró.

Finalmente, cena de gala con los donantes de su campaña para terminar su último día antes de convertirse de forma oficial en presidente de los Estados Unidos. El que llega al cargo con la popularidad más baja de la historia.