A la espera de que el Gobierno precise su plan de desconfinamiento, el Reino Unido se ha convertido en el país europeo con más muertes por coronavirus, con más de 32.000, mientras la economía se descalabra con el colapso de la aerolíneas y del clave sector de los servicios.

La Oficina nacional de estadísticas (ONS) ha informado este martes de que 29.648 personas han fallecido por el virus en Inglaterra y Gales hasta el 27 de abril, lo que, añadido a los decesos en Escocia e Irlanda del Norte, daría un total de 32.313 a finales del mes pasado, según cálculos de los medios locales.

Esta cifra es mayor que la que maneja el Ejecutivo conservador, que hoy ha informado de un balance de muertes en territorio británico de 29.427 desde que empezó la pandemia -tras un incremento de 693 en 24 horas-, superior en todo caso al total de Italia, hasta ahora el país más afectado, que suma 29.315 decesos.

Los análisis de la ONS, basados en los certificados de defunción expedidos hasta la semana en la que concluye su estudio, incluyen no solo los casos confirmados del COVID-19, sino también aquellos en que el virus figura como "posible causa", lo que explica la diferencia con los datos del Ejecutivo y otros países. Se centran además en Inglaterra, la región más poblada del Reino Unido, y Gales, mientras que Escocia e Irlanda del Norte hacen su propio recuento.

El primer ministro detallará esta semana su plan de desescada tras las presiones de la oposición

Un portavoz del primer ministro, Boris Johnson, ha recordado que el país "ha superado el pico de la pandemia", pero aún está "en fase de riesgo", y solamente suavizará el confinamiento "cuando lo aconsejen los expertos médicos". Ante las presiones de la oposición laborista, Johnson detallará esta semana su plan de desescalada, aunque ya ha advertido de que cualquier cambio será gradual.

Acusado de haber estado ausente de reuniones clave sobre la COVID-19 al inicio de la pandemia, hoy se ha conocido que el líder "tory", que acaba de ser padre de su sexto hijo, desoyó el 3 de marzo el consejo de sus asesores de evitar dar la mano para frenar la propagación del virus.

Como parte de la estrategia de desconfinamiento, el Gobierno ha confirmado que un reducido grupo de ciudadanos en la isla de Wight ha comenzado a descargar hoy una aplicación para móvil que detecta si se ha estado en contacto con personas que hayan desarrollado síntomas de COVID-19. Si la prueba piloto del software funciona, su uso se extenderá al resto del país, si bien hay inquietud por la posible violación de las libertades civiles al recabar datos personales.