Uno de los principales sindicatos de la Policía italiana, el Sindicato Autónomo de Policía (SAP, por sus siglas en italiano), ha enviado una queja formal a las autoridades porque les han entregado mascarillas FFP2 que consideran indignas, impropias e indecorosas. La razón: son de color rosa.

El SAP, muy vinculado a la derecha y la extrema derecha y que reúne a unos 20.000 agentes, protesta en la misiva que en las comisarías de varias regiones del país se han repartido estos protectores comprados con dinero público que resultan indecorosos de llevar con el uniforme policial.

"Se desconocen los motivos de la compra de mascarillas de un color que debería parecer a primera vista inadecuado a nuestra Administración y la decisión de aprobar esta compra suscita perplejidad", asegura la carta, que recoge el diario italiano 'Il Post'.

En el escrito, el SAP argumenta que "la importancia de las funciones" de la Policía obliga a la Administración a "preservar la dignidad" de los agentes, algo que no ocurre al repartir las mascarillas rosas. Éstas, dicen, no pegan con el uniforme y "ponen en peligro la imagen de la institución".

Los policías, violentados por el uso del color rosa, solicitan "medidas inmediatas" entre las que consta el reparto de mascarillas de color diferente pero que sea "acorde" con el uniforme de la Policía estatal, bien sean blancas, azules o negras.