El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha defendido que Moscú siempre ha tratado a la población ucraniana "con respeto y calidez", a la par que ha reconocido que el "choque" con el "régimen neonazi" de Ucrania era "inevitable".

"En Ucrania, el pueblo ucraniano es la primera y principal víctima de la sublimación deliberada del odio hacia los rusos. En Rusia, es exactamente todo lo contrario (...) Siempre hemos tratado y tratamos al pueblo ucraniano con respeto y calidez", ha dicho Putin.

Sin embargo, el líder ruso ha lamentado que la confrontación con Ucrania, era "inevitable". Así, ha especulado que sin la invasión territorial sobre su país vecino en febrero, la situación a día de hoy sería la misma para Rusia solo que la nación euroasiática estaría en peor posición.

De este modo, Putin ha dejado caer la idea de que el apoyo de las potencias occidentales a Ucrania se hubiera producido independientemente de que Rusia hubiera lanzado la llamada "operación militar especial", el eufemismo con el que se refieren a la invasión. "La situación en Ucrania ha sido llevada por sus supuestos amigos hasta un punto en el que se ha vuelto mortal para Rusia y suicida para el propio pueblo ucraniano", ha resaltado el mandatario, según recoge la agencia rusa de noticias TASS.

Durante su discurso, Putin llegó a comparar el conflicto con una guerra civil, ya que niega a Ucrania su propia existencia. "Asumimos la responsabilidad de prevenir una situación mucho más difícil. Recordamos lo que sucedió en 1941, cuando, a pesar de los datos de inteligencia sobre la inevitabilidad de un ataque a la Unión Soviética, se retrasaron las medidas de defensa necesarias y a qué alto precio vencimos entonces sobre el nazismo", sostuvo.

"Sí, ahora tampoco es fácil, es difícil, también es amargo por el hecho de que la confrontación está ocurriendo dentro de un pueblo, tal como sucedió después de los levantamientos de 1917: la gente se enfrentó de nuevo" en una guerra civil, recalcó.