El agente perseguía a dos jóvenes que habían robado una moto, mientras un helicóptero seguía y grababa la persecución. Los dos jóvenes perdieron el equilibrio al intentar tirarle el casco al policía, que no dudó en disparar a sangre fría cuando ambos se encontraban en el suelo. Los jóvenes han conseguido recuperarse mientras que el Policía, que alegó que fue en defensa propia, ha sido detenido.