La OMS estima que entre finales de agosto y el 1 de diciembre se producirán 236.000 muertes más relacionadas con el coronavirus en Europa. Así lo ha advertido el director regional de la organización, Hans Kluge, que ha alertado de un aumento en el número de muertes en la zona durante la última semana.

Lo ha hecho durante una rueda de prensa este lunes en Copenhague, donde ha destacado que, aunque la situación epidemiológica de los 53 países de la Región de Europa de la OMS "es heterogénea", la alta transmisión es "profundamente preocupante", en particular por la baja tasa de vacunación en poblaciones prioritarias de varios países.

"Ahora tenemos 64 millones de casos confirmados y 1,3 millones de muertes. 33 Estados miembros informan de un aumento superior al 10% en la incidencia de casos en 14 días. Varios países están comenzando a observar una mayor carga para los hospitales y más muertes", ha indicado.

Según ha explicado, tres factores explican este incremento: la variante delta, más transmisible; la flexibilización de las medidas de salud pública y el aumento estacional de los viajes.

Por otra parte, casi la mitad de la población de la Región ya está completamente vacunada, pese a lo cual -ha destacado Kluge- "seguimos enfrentando el desafío de una producción insuficiente, un acceso insuficiente y una aceptación insuficiente de la vacuna".

En las últimas seis semanas, la aceptación de la vacunación en la Región se ha ralentizado y solo el 6% de las personas de los países de ingresos bajos y medianos bajos han completado una serie de vacunación completa.

"Existe una clara necesidad de aumentar la producción, compartir dosis y mejorar el acceso", ha defendido el director regional de la OMS para Europa, que ha señalado que el estancamiento en la adopción de vacunas "es motivo de grave preocupación", sobre todo cuando las restricciones se están relajando en muchos países.

"La aceptación de la vacunación por parte del público es crucial si queremos evitar una mayor transmisión, una enfermedad más grave, un aumento de las muertes y un mayor riesgo de que surjan nuevas variantes de preocupación", ha apuntado Kluge, que ha advertido de que el negacionismo "no sirve para nada y no es bueno para nadie".

Por ello, pide pedido a las autoridades sanitarias que analicen qué determina la aceptación de la vacuna por grupo de población y establezcan intervenciones personalizadas a nivel comunitario para impulsarla. "Aumentar la producción de vacunas, compartir estas dosis de manera equitativa e impulsar la aceptación y la demanda de vacunas son los tres elementos fundamentales necesarios para cumplir la promesa de que la vacunación puede llevar a la Región de Europa más allá de la pandemia", ha concluido.