Las niñas y adolescentes que murieron en el incendio en un centro para menores en Guatemala estaban encerradas "bajo llave" cuando se inició el fuego. Por lo que, según la defensora de la Niñez Gloria Castro, ninguna habría podido salvar su vida.

Según sus declaraciones, las puertas y ventanas del Hogar Seguro Virgen de la Asunción, habían sido selladas a modo de castigo después de un motín que había tenido lugar en la víspera en el que lograron escapar unos 60 adolescentes.

Un total de 34 niñas murieron en el incendio, 19 de ellas en el mismo centro, mientras que nueve fallecieron en el hospital general San Juan de Dios y otras seis, en el hospital Roosevelt.

El Gobierno ordenó la destitución inminente del director del centro, Santos Torres, con el objetivo de "coadyuvar en la investigación, y anunció que se llevará a cabo una pesquisa paralela a nivel interno de carácter administrativo.

Algunos familiares de los internos han contado que estos se habían quejado de abusos físicos y sexuales en el Hogar Seguro, en algunos de los casos por parte de los monitores del centro.