La líder del Partido Nacional Escocés (SNP, en inglés), Nicola Sturgeon, ha dimitido como ministra principal de Escocia después de ocho años al frente del Ejecutivo autonómico, una decisión "muy difícil" que aseguró tomar "por amor" a Escocia y a la independencia.

Tras casi tres décadas en política y blanco de críticas en las últimas semanas por su reforma de la Ley de Reconocimiento de Género -que el Gobierno británico bloqueó-, Sturgeon aseguró en una declaración en su residencia oficial que no es una decisión que obedezca a "presiones a corto plazo", sino que es una decisión "bien madurada".

Por el momento se desconoce cuándo la líder nacionalista dejará el cargo de ministra principal, que viene ocupando desde el año 2014, cuando sucedió a Alex Salmond después de la victoria del "no" en el plebiscito sobre la escisión celebrado en Escocia. Sí ha avanzado que permanecerá hasta que se escoja a un sucesor en el liderazgo de su partido.

A raíz de la polémica ley que facilitaba la transición a las personas transgénero y rebajaba la edad legal de 18 a 16 años para poder hacerlo, las encuestas se pusieron en su contra por primera vez en mucho tiempo, hasta el punto de que cuatro de cada diez escoceses querían su dimisión, según el último sondeo del diario 'The Times'.

"Podría haber continuado", ha aseverado, para inmediatamente después preguntarse: "¿Estoy actuando bien por el país, por mi partido y por la causa independentista a la que he dedicado mi vida?".

La todavía ministra principal ha reconocido que en las últimas semanas ha lidiado con "una gran cantidad de emociones en conflicto", después de que el pasado noviembre el Tribunal Supremo británico cerrase la puerta a su plan de organizar este año un referéndum de independencia sin la autorización del Gobierno de Londres.

El pasado año, Sturgeon superó a quien fue su mentor, Alex Salmond, en longevidad en el cargo -ocho años-, tras haber sido reelegida en 2021 con casi mayoría absoluta, con la promesa de un nuevo referéndum en 2023 que al final no pudo cumplir.

"Es una decisión muy difícil", ha afirmado Sturgeon, pero es "la mejor para el país y para la independencia". "Sé que con el paso del tiempo tendré cada vez menos energía para dedicarme al trabajo. Y no puedo hacer el trabajo de otra manera que no sea al 100%. El país no se merece nada menos que eso", ha puntualizado la política, de 52 años.

Sturgeon se mantendrá en el poder hasta que su formación política, el Partido Nacional Escocés (SNP), encuentre un reemplazo para el liderazgo que lleve a Escocia hacia la independencia, causa por la que la líder "ha luchado durante toda su vida y por la que seguirá luchando".

Un momento decisivo para Escocia

El anuncio llega a un mes de la celebración de un congreso extraordinario en el que el SNP -el 19 de marzo en Edimburgo- debatirá los próximos pasos hacia el referéndum de autodeterminación que ambiciona.

En esa cita, los nacionalistas tendrán que elegir si las próximas elecciones nacionales o regionales son utilizadas o no como un referéndum "de facto", algo por lo que Sturgeon apuesta.

Esa hoja de ruta ha sido cuestionada dentro de la formación nacionalista, ya que para un sector no es la más acertada para la consecución de la independencia.

Las últimas encuestas muestran que la mayoría de los escoceses no comparten la idea de utilizar las próximas elecciones como un referéndum "de facto", ni tampoco apoyan mayoritariamente la independencia.

"La causa de la independencia es más grande que cualquier persona", ha subrayado Sturgeon en su despedida, para recordar que ha "dado toda su vida" por ella y que por eso ahora se aparta, con el fin de que surja "un liderazgo nuevo y fresco".

En su primera reacción a la noticia, el primer ministro británico, Rishi Sunak, agradeció a Sturgeon por sus "largos años de servicio" a Escocia.

"Le deseo todo lo mejor para sus próximos pasos. Continuaremos trabajando en estrecha colaboración con el Gobierno de Escocia", dijo el jefe del Gobierno del Reino Unido en su cuenta de Twitter.