"No estamos proponiendo pedir a las empresas que nombren, hagan listas, identifiquen o avergüencen a las personas que son extranjeras", declaró el ministro Michael Fallon a BBC Radio 5. Según él, lo que se hará es someter a consulta un documento, que aún no se ha dado a conocer, en el que se propondrán diversas medidas para incentivar a las empresas a "buscar primero en el mercado laboral británico".
La idea es incentivar a los empresarios a "ofrecer empleo a los británicos, que es lo que se esperaría, antes de que importen mano de obra más barata del extranjero", explicó.
El Gobierno conservador de la primera ministra, Theresa May, ha afrontado duras críticas después de que la ministra del Interior, Amber Rudd, revelara planes para obligar a las empresas a comunicar el número de sus trabajadores extranjeros a fin de promover la contratación de británicos.
Muchos conservadores, la oposición laborista y varios dirigentes empresariales, e incluso un miembro del eurófobo UKIP, han criticado la iniciativa, al considerar que es xenófoba y envía el mensaje de que el Reino Unido quiere cerrarse al exterior tras el 'Brexit'.