Millones de egipcios han salido a las calles de todo el país para exigir la dimisión de Mursi, en el primer aniversario de su llegada al poder, y han anunciado que se mantendrán en las plazas hasta conseguir su dimisión.
Al parecer, cientos de personas han lanzado cócteles molotov contra la sede de Hermanos Musulmanes con varios de sus miembros en el interior, que se han defendido con ráfagas de disparos.
Además, el Ministerio de Sanidad ha confirmado que un total de 613 personas han resultado heridas en todo el territorio egipcio a causa de los enfrentamientos en esta jornada de movilización nacional.
El jefe de Seguridad de la ciudad de Assiut, el general Abou El Qassem Abou El Deif, ha informado que tres personas que participaban en la manifestación contra Mursi han fallecido al ser atacadas por hombres armados.
El ministro de Sanidad, Mohamed Hamed, ha confirmado horas antes la muerte de un joven de 25 años de edad en la manifestación opositora celebrada en la ciudad de Beni Suef, que ha sido atacada a disparos, al parecer, por islamistas.
Al Gamaa Al Islamiya ha indicado que el joven era uno de sus miembros y ha acusado a los simpatizantes de Mursi de su muerte. Uno de sus líderes, Atef Marzouk, ha asegurado que los seguidores del presidente han disparado perdigones contra los manifestantes.
En la misma línea, Corriente Popular Egipcia, CPE, grupo opositor liderado por Hamdeen Sabbahi, ha informado de que al menos una treintena de miembros del "movimiento 'yihadista'" en Beni Suef han disparado contra los manifestantes.
Por su parte, fuentes médicas han revelado que dos personas han muerto a causa de los disparos que se han producido en el marco del ataque que se ha llevado a cabo contra la sede de Hermanos Musulmanes en un suburbio de El Cairo.