Genocidio

"Lesiones inusualmente graves", desnutrición y problemas psicológicos: los sanitarios en Gaza detallan el horror desde primera línea

El contexto Un equipo internacional de investigadores recaba información detallada a través de los sanitarios internacionales desplegados entre agosto de 2024 y el pasado febrero. La mayoría destaca que "la magnitud de las lesiones tratadas son mayores que las vistas en otras zonas de guerra".

Una pequeña de dos años afectada por desnutrición en el Hospital de Nasser, Gaza. Una pequeña de dos años afectada por desnutrición en el Hospital de Nasser, Gaza. Agencia AP
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Entre las ruinas y el horror de Gaza, los sanitarios en primera línea de conflicto tienen que lidiar cada día con el salvajismo en su máxima expresión. En un conflicto donde se han documentado ya más de 65.000 muertos, médicos y enfermeras se enfrentan a casos como el un niño de 10 años que llegó a uno de los hospitales que aún operan en la Franja tras sufrir graves heridas por un explosivo. Entre ellas, pelvis y fémur destrozados, desgarro de vejiga, avulsión del uréter, lesión rectal y desgarro de las arterias femoral e ilíaca externa. Falleció horas después de ingresar con un terrible dolor.

Pero no es el único ser humano víctima del genocidio perpetrado por Benjamin Netanyahu. Con más de 165.000 heridos, un equipo internacional de investigadores de Reino Unido, Estados Unidos, Arabia Saudí y la propia Gaza han decidido documentar la magnitud de las lesiones que produce la guerra en las víctimas civiles, entre ellas la de este menor tratado por un cirujano. Con el testimonio de 78 médicos y enfermeras desplegados entre agosto de 2024 y el pasado febrero y la información de los libros de registro de los hospitales, el equipo ha publicado un estudio este jueves en la revista 'The BMJ', el primero de este tipo, en el que dejan una cosa clara: "La magnitud de las lesiones tratadas en Gaza eran mayores que los que habían visto en otras zonas de guerra".

Un trabajo que trata de dar luz para una gestión de la salud en la Franja inmediata y de cara a futuro y en el que se ponen las principales lesiones sufridas por los habitantes del enclave palestino, donde las fuerzas israelíes han utilizado repetidamente armas explosivas en zonas densamente pobladas, incluidos los campos de refugiados, y donde el propio sistema de salud es objetivo recurrente de la milicia israelí.

Las muertes por inanición

Así, los sanitarios encuestados hicieron hincapié en que la invasión de Israel está causando en los civiles son "inusualmente graves". En concreto, el informe reporta 23.726 lesiones relacionadas con traumas y 6.960 de armas. Las más comunes fueron quemaduras (18%), las heridas en las piernas (18%) y en los brazos (15 %).

Además, el informe notifica 742 casos obstétricos que en el 36% acabaron con la muerte de la madre, del feto o de ambos, así como traumas psicológicos, en su mayoría depresión, estrés agudo y pensamientos suicidas. La mayoría de las lesiones habían sido causadas por explosivos (67%), que afectaron principalmente la cabeza (28%), mientras que las lesiones por armas de fuego apuntaron a las piernas (23%).

Además, estos sanitarios no han dudado en resaltar el problema de la desnutrición. Según datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), desde hace un mes ya son 132 las personas que ha muerto por inanición, entre ellos 32 niños y niñas. En este sentido, el estudio remarca que entre las consultas a pacientes el 18,5 por malnutrición y el 16% por deshidratación. Según Hamás, que controla la Franja, el total de fallecidos por falta de alimentos es de 210 en casi dos años de ofensiva, más de un centenar de menores.

En este sentido, recalcan que la malnutrición lleva a empeoren los resultados de otras afecciones provocadas por los ataques, con retrasos en la cicatrización de heridas y muertes evitables por afecciones que de otro modo serían tratables. Además, resaltan los casos de sepsis y gastroenteritis, también de problemas psicológicos por el sufrimiento vivido, incluyendo niños que expresaron intenciones suicidas tras presenciar la muerte de sus familiares. Como recuerda uno de los médicos entrevistados: "Lo peor fue que las madres nos rogaran que salváramos a sus hijos ya fallecidos".