Las partes en conflicto en Libia han pactado en la conferencia de paz de Berlín un "plan integral" para la solución del contencioso que incluye un alto el fuego y una comisión militar de verificación integrada por ambos bandos para velar por su cumplimiento.

En una rueda de prensa, Merkel ha afirmado que han acordado "que habrá un plan de solución integral". "Los documentos que hemos acordado deberán ser aprobados por el Consejo de Seguridad de la ONU" y tras su aprobación formarán parte del proceso político para resolver la crisis en Libia, ha explicado la alemana.

La comisión de verificación estará integrada por cinco representantes por cada parte, según ha detallado la canciller al finalizar el encuentro. Esta comisión se reunirá en los próximos días en Ginebra para sentar las bases de un acuerdo de alto el fuego definitivo.

"Lo más importante es que los representantes libios, en particular el general (Jalifa) Haftar y (Fayez) Serraj han pactado los próximos pasos a seguir, propuestos por el secretario general de la ONU y el enviado especial de la ONU para Libia, Ghassan, Salame", ha destacado en referencia a la comisión militar.

Además, Merkel ha explicado que las partes firmantes, un total de 16 actores internacionales, se comprometen a aplicar de forma meridiana el embargo de armas: "Podemos decir que todo el mundo está de acuerdo en respetar el embargo de armas".

El texto incluye también un acuerdo para la desmovilización y el desarme de las milicias y sanciones concretas en caso de incumplimiento del alto el fuego, ya que todas las partes coinciden en que no cabe una solución militar que solo incrementaría el sufrimiento de la población.

Merkel ha defendido así un nuevo comienzo a nivel político e impulsar la función de la misión de la ONU en el país, reforzada porque se asume la premisa de que "no debe haber más apoyo" a las partes en conflicto.

"Hemos pactado un proceso muy vinculante. Hay numerosas comprobaciones. Al final del proceso el pueblo de Libia podrá finalmente recuperar sus derecho, el derecho a una vida pacífica", ha reseñado la canciller.