La normativa incluye dos nuevas leyes: una para regular el consumo recreativo del cannabis, así como su cultivo y venta y otra, para reforzar las medidas para evitar la conducción tras haber consumido, tal y como ha informado la cadena canadiense CBC.

Esta nueva regulación legalizará la posesión de hasta 30 gramos de marihuana seca o fresca y establecerá un mínimo de 18 años para su consumo, si bien cada provincia o territorio podrá elevar la edad mínima a discreción.

Los consumidores podrán cultivar hasta cuatro plantas en sus propias viviendas, o comprar el cannabis, siempre y cuando proceda de un vendedor con licencia para ello. La marihuana seca o fresca y el aceite de cannabis serán los productos que estarán disponibles en primer lugar, para después extenderlo hasta los productos comestibles.

A principios de marzo, Trudeau avanzó que tendría la legislación lista en primavera e insistió en que no está considerando la legalización de ningún otro producto. Asimismo, ha reiterado en varias ocasiones que el objetivo de la legalización del cannabis es restringir el acceso a la marihuana de los menores de edad y tratar de ahogar a los grupos de delincuencia organizada que se benefician de la venta del cannabis.

Las dos nuevas leyes se enfrentarán ahora al escrutinio de los diputados en la Cámara de Representantes y del comité antes de llegar al Senado, donde seguirá evaluándose. El Gobierno canadiense espera que la legalización de la marihuana concluya en julio de 2018.

Durante la campaña para las elecciones, Trudeau prometió que si el Partido Liberal ganaba legalizaría el uso recreativo de la marihuana, después de que en Estados Unidos los estados de Washington y Colorado adoptaran normas en ese sentido.

El uso medicinal de la marihuana ya es legal en Canadá, donde los cultivadores de esta sustancia para fines medicinales se han quejado de que el incremento del número de dispensarios ilegales les ha hecho perder clientes.

Además, un tribunal federal dictaminó en marzo que los pacientes que consumen marihuana por prescripción médica podrán cultivarla de nuevo para su consumo, después de que el anterior Gobierno conservador les hubiera retirado ese derecho, según Reuters.