La operación minera que más energía gasta en Estados Unidos no extrae carbón, metales ni otros minerales, sino criptomonedas. Es la mina de bitcoin de Riot Platforms, situada en Texas, que consume la misma cantidad de electricidad que los 300.000 hogares más cercanos a sus instalaciones. Así lo revela una investigación publicada en 'The New York Times' que alerta del enorme consumo de energía de esta industria, su elevado impacto ambiental y de cómo perjudica a la ciudadanía.

Un artículo que denuncia cómo, mientras casi 40 personas morían por el frío en la ciudad texana de Austin en febrero de 2021, en otro punto de ese mismo estado una serie de ordenadores consumían la suficiente electricidad como para abastecer a unos 6.500 hogares y lo hacían para llevar a cabo operaciones de bitcoin.

En total, el rotativo neoyorquino ha identificado 34 operaciones a gran escala de minería de bitcoin en EEUU, que "pueden generar costes, incluidas facturas de electricidad más altas y una enorme contaminación de carbono". Aunque la industria de las criptomonedas se situaba principalmente en China, en junio de 2021 el país norteamericano se convirtió en líder mundial y, desde entonces, el consumo de la energía no ha hecho más que crecer, así como el impacto negativo en el medio ambiente.

Tanto es así que los equipos dedicados a la minería de bitcoin en Kearney (Nebraska) consumen tanta electricidad como las 73.000 casas de su alrededor, mientras que en Dalton (Georgia) este consumo es equivalente a los 97.000 hogares que los rodean. Peor incluso es el caso de la citada mina de Riot Platforms, en Rockdale (Texas), la que más energía gasta de todo el país, al utilizar en sus operaciones la misma electricidad que emplean, en conjunto, 300.000 hogares.

El 'NYT' calcula en este reportaje que, de media, cada una de las 34 operaciones identificadas en este artículo consume al menos 30.000 veces más energía que el hogar promedio en EEUU. En total, estos centros de minería consumen más de 3.900 megavatios de electricidad, esto es, la misma que los tres millones de hogares que se sitúan a su alrededor.

Según datos de la compañía tecnológica WattTime, solo en Estados Unidos la minería de bitcoin consume la electricidad equivalente a la generada por 3,5 millones de coches de gasolina. En cuanto a la contaminación, tomando como referencia esas 34 minas, 'The New York Times' también concluye que estas estaban generando casi 16,4 millones de toneladas de dióxido de carbono anuales.

Una industria que sube el precio de la luz

Además, el incremento de precios del consumo sería consecuencia directa del afloramiento de estas industrias mineras en el país, hasta el punto de que el precio de la luz ha subido un 5% -esto es, 1.800 millones por año, según datos del citado periódico y la consultora Wood Mackenzie.

Además, frente a otras industrias, como la fabricación de metales y plásticos, que también precisan de grandes cantidades de electricidad, contaminan y elevan su precio, las minas de bitcoin generan significativamente menos empleos, de modo que estimulan un menor desarrollo económico local, según el 'NYT'.

Este diario, además, puntualiza que existen formas de operar criptomonedas con un uso menor de la electricidad, tal y como sucede en Ethereum, que modificó su algoritmo para reducir la electricidad que consume. Al contrario que esta criptomoneda, la segunda más popular, los usuarios de bitcoin defienden su algoritmo actual por ser resistente a los ataques durante más tiempo y a mayor escala, lo que promete una mayor seguridad para sus activos.