El homicida, cuyo nombre
no fue divulgado, saltó el muro de una residencia en Jardim Aurelia, barrio de
Campinas, ciudad del interior del estado de Sao Paulo, antes de invadir el
salón principal y comenzar a disparar indiscriminadamente con una pistola.
Además de las doce
víctimas de la misma familia, el ataque dejó tres personas heridas, que fueron
ingresadas en el hospital universitario de la Universidad de Campinas
(Unicamp).
El agresor, de 40 años,
que estaba en proceso legal de divorcio de su exmujer y que no aceptaba la
separación, al final disparó contra su propia cabeza y junto a su cuerpo fue
encontrado un cargador con munición extra para su pistola.
Del total de víctimas,
once murieron en la residencia en que se realizaba la fiesta y la otra en el
hospital; nueve eran mujeres y dos hombres, además del menor de edad.