Angie y Kevin, una pareja de Washington, tuvieron una hija que nació con escamas, debido a la enfermedad Ictiosis Arlequín, que solo padecen 13 personas en el mundo.

Según el 'Mirror', la madre de Harper explicó que "cuando nació no parecía un humano, parecía un allien", algo que "fue muy traumático". Los médicos advirtieron a la familia de que las posibilidades que tenía la pequeña de sobrevivir eran mínimas.

Después de un mes en cuidados intensivos, los padres de Harper pudieron llevarse a la niña a casa. Contra todo pronóstico, está a punto de cumplir un año, pero su delicada piel requiere un cuidado especial porque necesita una continua hidratación.

Con el objetivo de hacer la vida de Harper más fácil, la familia ha creado una página para recaudar dinero para la compra de una bañera especial para la piel de la niña.