Gaza se convierte en fosa común: marcan a los niños con pulseras con su nombre para identificar sus cadáveres

Parece que lo peor de la guerra en la Franja de Gaza no son los ataques continuos de Israel, sino que los gazatíes ya se hayan acostumbrado a esta forma de vivir o, mejor dicho, de intentar sobrevivir. Porque tras tanto tiempo mirando al cielo, esperando un nuevo bombardeo, o tras ser disparados mientras hacen colas para conseguir algo que llevarse a la boca, las madres de Gaza han desarrollado un método para controlar a sus hijos. O mejor dicho, para identificar con rapidez y seguridad el cadáver de sus pequeños.

No están seguros, ni en casa ni cuando salen de ella. Por ello, escriben los nombres de los menores directamente en sus brazos, con un bolígrafo o un rotulador. Por si acaso. O en palabras de uno de los niños de Gaza: "Para que si me bombardea, sepan quién soy".

Hay madres y padres que, incluso, han convertido este método en un juego. Lo que sea para restar algo de terror a las vidas de los niños en esta cruel guerra de Israel contra el pueblo palestino. Ha creado unos coloridos brazaletes, que los niños lucen con alegría. "Es muy bonita", reconocen. Pero que tienen un objetivo oscuro: saber su nombre en caso de que mueran.

Raja ha preferido escribir los nombres de sus hijos en sus barrigas, porque sabe que muchas veces las extremidades acaban amputadas. Así de tremendo.

Sin cementerios para poder enterrar

Pero la crudeza no acaba con la muerte si eres de la Franja de Gaza. Porque los soldados israelíes no han tenido pudor y han destrozado 40 de los 60 cementerios que hay en Gaza. Lo hacen con el pretexto de que Hamás los usa con fines militares. Denuncian que "se han llevado a la gente de dentro de las tumbas".

Ahora, podemos ver a madres que regresan hasta allí, en busca de los cuerpos tras la masacre, pero la mayoría acaban como "desaparecidos". "Lo enterré aquí con mis manos", dice una mujer mientras busca entre la arena.

Han exhumado por completo la fosa común de Jan Younes, hace solo unos días. En otras ocasiones, simplemente se coloca un cartel en cada tumba, indicando que se trata de una tumba anónima.

Porque los cadáveres se acumulan sin sepultura en las casas, los hospitales y las calles. Los gazatíes tienen que huir tras las órdenes de evacuación y dejarlos atrás.

Varios soldados han reconocido que dejaron los cuerpos a la intemperie y con la intención de que fueran devorados. "Los perros han aprendido a correr hacia zonas donde hay disparos o explosiones. Entienden que probablemente significa que hay un cadáver allí", dice un soldado anónimo de Israel.

Interrumpir el duelo es una forma más de agravar su dolor y de negar su dignidad, incluso muertos.