Crueldad israelí

El reflejo del genocidio israelí en Gaza: un niño de tres años queda huérfano y con daños cerebrales tras un ataque

Los detalles Su madre, embarazada, y sus hermanos murieron en el bombardeo que Israel realizó mientras estaban en una tienda de campaña al norte de Gaza.

El antes y después de Amr, el niño gazatí con secuelas tras un ataque israelí
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Mientras no acaba de concretarse un acuerdo de alto el fuego, Israel no desaprovecha ninguna oportunidad para seguir asediando, más si cabe, la Franja de Gaza. Y la prueba de ello de la dureza con la que atacan es la situación en la que han dejado a Amr, un niño gazatí de tres años al que han dejado huérfano y con daños cerebrales.

El ataque se produjo con un misil mientras que estaba en una tienda de campaña al norte de Gaza. Su madre, embarazada, y sus hermanos murieron en el bombardeo. Él logró sobrevivir, pero lo hizo con un cerebro que fue atravesado por la metralla, pesa solo 10 kilos y su tía tiene que darle la comida a través de una jeringuilla conecta a su estómago.

"Sufre incapacidad para distinguir las palabras y un deterioro de sus capacidades motoras y mentales", detalla su pronóstico el doctor Ahmad al-Farra, jefe del departamento de pediatría del hospital Nasser. "Antes de la guerra, era un niño que corría, jugaba y comía. Le encantaba la comida, seguía a su padre, iba de compras y jugaba", recuerda Nour al-Hams, su tía.

Hasta ahora, la única palabra que ha podido pronunciar es 'mamá', a quien busca con la mirada pero no puede encontrar por culpa del genocidio israelí. A él lo han ido trasladando de hospital en hospital mientras Israel iba atacando cada centro médico en la Franja de Gaza.

Lo trasladaron en 'tuk tuk' de hospital en hospital, mientras Israel iba atacando cada centro médico de la Franja. Como él, otros más de 2.500 niños con diagnóstico grave esperan su evacuación.

Son, lo que Israel llama, los 'daños colaterales' de un genocidio que no lo ha matado, pero que le ha robado todo lo demás.