La gaviota vuelve a la chimenea de la Capilla Sixtina después de la segunda fumata

Hay gente que pasea por la plaza de San Pedro admirando la belleza de las instalaciones vaticanas. Esto es lo habitual en una visita turística al pequeño estado enclavado en el centro de Roma, pero en estos días, la mayoría de la gente lo que busca es la chimenea. Sobre el tejado de la Capilla Sixtina es donde se encuentra la chimenea de la que sale el humo, negro o blanco, que da información al exterior sobre los acuerdos (o desacuerdos) que se toman durante el cónclave.

Cuando hay fumata, la gente fotografía sin parar, graba y disfruta de estar siendo espectador de un momento de cierta relevancia en la historia. Y cuando no la hay, ¿qué ocurre en el tejado? Quizás sea su safe place, quizás no sea la única, pero lo cierto es que la gaviota que descansa junto a la chimenea es una de las grandes protagonistas de la jornada.

Después de la segunda fumata del cónclave, una vez que el humo ha dejado de salir —ha estado 'informando' durante unos 10 minutos—, la gaviota ha regresado a su lugar. De vez en cuando la acompañan otras. ¿Es siempre la misma gaviota? No lo podemos confirmar. Pero en cualquier caso, cualquiera de ellas llama la atención de todo el que mira hacia el cielo vaticano estos días.