Segunda vuelta electoral

Exboxeador, homófobo y fan de Trump: así es Karol Nawrocki, el ultra que ha ganado por la mínima las elecciones en Polonia

Los detalles Karol Nawrocki tiene un importante pasado como hooligan del Lechia de Gdansk, envuelto en peleas de neonazis, y varios medios polacos le apuntan como enlace entre clientes del hotel en el que trabajaba de seguridad con mujeres prostituidas.

El ultra Nawrocki tras ganar las elecciones presidenciales de Polonia
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El ultra Karol Nawrocki se ha impuesto al candidato del partido centrista, al que pertenece el primer ministro Donald Tusk, en una ajustada y sorprendente victoria en las presidenciales de Polonia. Ha sido una sorpresa porque no era el candidato favorito en las encuestas.

Pero en su combate por convertirse en nuevo presidente de Polonia, el exboxeador Karol Nawrocki ha ganado a los puntos, concretamente a 1,8 puntos del candidato del centro. Y lo ha hecho con un discurso inspirado en Trump, al que conoce personalmente. "Polonia será grande o no existirá", ha asegurado el ultra tras su victoria.

De esta manera, Nawrocki ha seguido punto por punto el manual de la ultraderecha. "Si llegan inmigrantes ilegales de un momento a otro, aniquilarán nuestra seguridad y nuestra sensación de bienestar en Polonia", ha señalado. Aunque la realidad es que Polonia tiene un 1,5% de extranjeros frente al 25,9% de Alemania o el 12,9% de España.

Envuelto en la bandera, homófobo y negacionista del cambio climático, ha hecho hincapié en que "no habrá una Polonia que sucumba a la ideología del Pacto Verde". Y es que Nawrocki ni siquiera apoya la solidaridad del pueblo polaco con sus vecinos ucranianos. Quiere quitarles cualquier beneficio, incluso el de su presidente. "Si el presidente Zelenski nos trata mal, tenemos derecho a decirlo", se ha excusado. Según el ultra, el ucraniano no les trata bien, un discurso calcado de lo que reclama el inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump.

Y por si no fueran polémicas sus ideas, el personaje también lo es. Nawrocki tiene un importante pasado como hooligan del Lechia de Gdansk, envuelto en peleas de neonazis, y varios medios polacos le apuntan como enlace entre clientes del hotel en el que trabajaba de seguridad con mujeres prostituidas.