Segunda vuelta electoral
El ultra Nawrocki se impone por la mínima en las elecciones presidenciales de Polonia
Los detalles Finalmente, el candidato conservador se ha hecho con la victoria con una ventaja de apenas el 1,78%: ha sacado el 50,89% de los votos, frente al 49,11% de su rival, el liberal europeísta Rafal Trzaskowski.

Resumen IA supervisado
El conservador Karol Nawrocki ha ganado en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Polonia, superando al liberal y proeuropeo Rafal Trzaskowski por un estrecho margen del 1,78%. Nawrocki, apoyado por el partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS), obtuvo el 50,89% de los votos, mientras que Trzaskowski, respaldado por la coalición gubernamental de Donald Tusk, consiguió el 49,1%. Esta victoria representa un revés significativo para el gobierno de Tusk, que esperaba implementar una agenda reformista. Nawrocki, con un perfil euroescéptico, ha mostrado afinidad con Donald Trump y reticencias hacia la integración de Ucrania en la OTAN. Estos resultados reflejan la división en Polonia entre una vertiente proeuropea y otra ultraconservadora.
* Resumen supervisado por periodistas.
Triunfo ultra en Polonia y varapalo para el Gobierno de Donald Tusk. El conservador Karol Nawrocki se ha hecho allí con la victoria en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en una ajustadísima contienda frente a su principal rival, el liberal y proeuropeo Rafal Trzaskowski, a quien los primeros sondeos a pie de urna daban como vencedor por un estrechísimo margen.
Finalmente, sin embargo, las tornas han cambiado: según el resultado publicado por la Comisión Nacional Electoral, ya con el 100% del voto escrutado, Nawrocki ha obtenido el 50,89% de los apoyos, frente al 49,1% de Trzaskowski. Nawrocki, apoyado por el principal partido de la oposición, el ultraconservador Ley y Justicia (PiS), ha logrado en total 10.606.682 votos, mientras que Trzaskowski, alcalde de Varsovia y respaldado por la coalición gubernamental del primer ministro Donald Tusk, ha obtenido 10.237.177.
Una diferencia de apenas el 1,78% que supone el segundo golpe en unas presidenciales para el aspirante liberal y proeuropeo, que ya perdió en 2020 por el 2,06% contra el actual presidente polaco, Andrzej Duda, que en agosto concluye su segundo mandato.
Baile de sondeos y participación récord
Inicialmente, en los sondeos a pie de urna nada más cerrar los colegios electorales, dos empresas demoscópicas habían otorgado a Trzaskowski una ventaja mínima sobre su rival nacionalista, pero dos horas después dieron en un informe ya más detallado a Nawrocki como ganador, aunque también por la mínima.
Tras esos primeros sondeos, tanto Nawrocki como Trzaskowski reivindicaron la victoria. El candidato conservador no quiso darse por vencido al apostar por los pueblos, donde tiene sus grandes bastiones, frente a las ciudades, donde iba a dominar el político liberal.
El resultado preliminar de las elecciones presidenciales, en las que hubo una participación del 71,63%, la más alta en unos comicios de este tipo en Polonia, supone un duro revés para la coalición gubernamental de Tusk, que tras la primera vuelta ya admitió que su Gobierno había recibido una "tarjeta amarilla" de la población, pero confiaba aún en la victoria.
Revés para Tusk
El desenlace de estos comicios tiene profundas implicaciones para el panorama político polaco, ya que una victoria de Trzaskowski, de 53 años, hubiera facilitado al Gobierno la implementación de su agenda reformista. El alcalde de Varsovia había prometido impulsar reformas como la liberalización del aborto, las uniones civiles y revertir las reformas judiciales del PiS, además de buscar una relación más estrecha con Bruselas.
La victoria de Nawrocki, en cambio, es vista como la continuidad de Duda, quien no ha dudado en vetar varias iniciativas de Tusk, por lo que los analistas creen que la gestión de su Ejecutivo seguirá siendo difícil, con un posible estancamiento de su agenda reformista.
El presidente polaco tiene el derecho de veto legislativo, puede enviar leyes al Tribunal Constitucional, cuyos miembros fueron nombrados en su mayoría por parlamentos dominados por el PiS, es comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y debe aprobar todos los nombramientos importantes, como los embajadores.
Nawrocki, de 42 años y un exboxeador recién llegado a la política con un perfil euroescéptico, ha adoptado posiciones más duras en temas como la inmigración, ha mostrado afinidad con Donald Trump, de quien recibió su apoyo, y ha mostrado reticencias hacia la integración de Ucrania en la OTAN.
Estos comicios han sido, con unos resultados tan reñidos, un espejo de las "dos Polonias" que existen en el país centroeuropeo, con una vertiente proeuropea y liberal y otra ultraconservadora, que, repartidas en dos diferentes poderes del Estado, son difíciles de conciliar.