"Este es un gran día para el comercio libre y justo", dijo Trump en una comparecencia improvisada junto a Juncker en la Casa Blanca, al anunciar el compromiso mutuo para trabajar en busca de "cero aranceles, cero barreras no arancelarias y cero subsidios a los bienes industriales no automotrices".

El mandatario de EEUU, quien ha defendido su agresiva agenda de proteccionismo comercial como una manera de defender la industria nacional, aseveró: "Estamos comenzando la negociación ahora mismo pero sabemos muy bien hacia dónde va".

Por su parte, el presidente de la CE celebró el acuerdo comercial alcanzado, que contempla la reducción de los aranceles por ambas partes y relaja las fricciones bilaterales de los últimos meses, pero deja aún mucho trabajo por delante.

"Teníamos la intención de lograr un acuerdo, y logramos un acuerdo", afirmó Juncker tras su encuentro con Trump en el Despacho Oval de la Casa Blanca. El arreglo establece de manera genérica que la UE importará más soja de EEUU, así como gas natural líquido para "diversificar" sus fuentes energéticas y reducirá algunos de los aranceles industriales.

Asimismo, incluye la "resolución" de los gravámenes impuestos por Trump del 25% al acero y del 10% al aluminio europeo, que desataron la escalada comercial entre Bruselas y Washington, aunque no se precisa una fecha límite. Minutos después, en un encuentro con un reducido grupo de periodistas de diversos medios de comunicación, Juncker precisó que los aranceles actuales siguen "vigentes" durante la nueva ronda de conversaciones, al igual que las represalias adoptadas por Bruselas en respuesta a productos estadounidenses como motocicletas y pantalones vaqueros.

Pero remarcó que no habrá aranceles "adicionales", como la amenaza de Trump de un 20% sobre los automóviles europeos, que Washington parecía dispuesto aplicar en los próximos días. Actualmente, la UE impone un arancel del 10% a los automóviles de EEUU, mientras que los europeos pagan uno del 2,5%, algo muy criticado por Trump.