Mientras los medios de comunicación de todo el país han declarado ganador de las elecciones presidenciales a Joe Biden, Donald Trump, habitual en el mundo de los hechos alternativos, ha insistido a lo largo de toda la jornada que en realidad ha sido él quien ha ganado las elecciones.

No lo ha dicho una vez, sino dos. Primero, ha dicho que ha ganado "por mucho" las elecciones minutos antes de conocerse la victoria de Biden en Pensilvania, momento en el que se ha dado por cerrada su victoria al sobrepasar los 270 votos electorales totales.

Pasada toda la vorágine, las celebraciones de los seguidores de Biden y Harris y su partido de golf del sábado por la mañana, Trump ha cogido su herramienta favorita, Twitter, y se ha autoproclamado ganador de las elecciones.

Escribiendo todo en mayúsculas para dejar claro su enfado, Donald Trump critica que los observadores republicanos no fuesen autorizados a entrar en las zonas en las que se estaba llevando el conteo de votos.

"He ganado estas elecciones con 71 millones de votos legales. Malas cosas han ocurrido que nuestros observadores no han podido ver. Nunca ha ocurrido. Millones de papeletas por correo fueron mandadas a personas que nunca preguntaron por ellas", defiende Trump.

Un minuto después, Trump ha sacado pecho del "mejor resultado de un presidente vigente", algo en lo que tiene razón. Eso sí, le da su toque, sembrando de nuevo la duda con los "votos legales" y los "votos ilegales". "71 millones de votos legales", afirma Trump.