"Estamos tratando de encontrar formas de disuadir el uso de niños para la inmigración ilegal. Vemos a niños a los que esencialmente secuestran y utilizan para llegar hasta aquí y quedarse", dijo un alto cargo del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), encargado de la seguridad fronteriza y de la inmigración.
La medida bajo estudio permitiría a las autoridades mantener a los padres recluidos en centros de detención para inmigrantes mientras transfieren a los menores a los servicios sociales o a familiares que ya estén viviendo en el país.
En la actualidad, a las familias detenidas normalmente se las deja en libertad a la espera de la resolución de su caso migratorio. "La gente se está aprovechando del sistema", añadió el cargo del DHS, que dijo que algunos padres exponen a los niños a peligrosas travesías y a traficantes de personas, mientras que otros aseguran tener una relación parental con los menores que no es cierta.
Un portavoz del DHS, David Lapan, dijo en un comunicado que la agencia "sigue explorando opciones que puedan desalentar, a padres o familiares, de empezar el viaje".
El Gobierno del expresidente Barack Obama también valoró la medida pero finalmente la descartó "por ir en detrimento de la seguridad de los niños", según un excargo del Departamento de Justicia, Leon Fresco.
Durante el pasado año fiscal 2016, la Patrulla Fronteriza detuvo a 77.674 indocumentados que cruzaron con sus familias desde México, más del doble de los 39.838 del periodo anterior. La cifra de 2016 también fue superior a la del pico registrado en 2014, 68.445, y estuvo muy por encima de los 14.855 y 11.116 indocumentados en familia detenidos en los años fiscales 2013 y 2012, respectivamente.