Son muchos los que han decidido dejarlo todo para ponerse al servicio de Ucrania contra la invasión rusa. Es el caso de un soldado georgiano que, aunque encontró la tranquilidad junto a su familia en España hace cinco años, ahora se ha marchado para prestar su apoyo a los ucranianos. "No podía ver cómo mataban a niños, cómo disparaban por la calle, contra iglesias...", explica en esta entrevista con laSexta.

Con experiencia en Afganistán y otras guerras contra Rusia, ahora ha dejado su trabajo como vigilante de seguridad en una discoteca de Granada para enrolarse en una legión de luchadores georgianos vocacionales. "La guerra no solo es para mí; si no termina, mi hijo asumiría las consecuencias", apunta al respecto.

En declaraciones a esta cadena, defiende que están haciendo un buen trabajo y forman "un buen equipo" porque son "gente con mucha experiencia". Algo que no piensa sobre los rusos: "No tienen experiencia, no son profesionales". A los que sí considera hermanos es a los ucranianos, de los que dice son como "una familia".

Ahora no sabe si volverá o no a casa pero tiene claro cuál es su misión y advierte a Vladimir Putin de que continuarán luchando en apoyo a Ucrania.