Dos hermanos han sido detenidos en Nueva York acusados de fabricar materiales explosivos, en un caso que, en principio, se ha descartado que tenga vínculos con el terrorismo.

Los detenidos Christian y Tyler Toro, que vivían en el Bronx, utilizaban su domicilio para fabricar explosivos sin que se haya informado del destino que querían darle a ese material.

Las investigaciones comenzaron después de que en un colegio de Harlem se registrara una amenaza de bomba y fuera detenido uno de los estudiantes.

Christian Toro, que era profesor de ese centro, decidió renunciar al puesto poco después, y dos días después su hermano Tyler devolvió al centro un portátil que la escuela le había entregado a Christian para su trabajo.

Al revisarse el contenido se encontró copia de un libro con instrucciones para hacer explosivos, pero cuando fue interrogado el antiguo profesor dijo que sólo lo había bajado para una investigación y que no había fabricado ninguna bomba.

Según la Fiscalía, Christian Toro dijo que había consultado ese manual porque estaba investigando el atentado contra el maratón de Boston de 2013.

Pero, agentes policiales entrevistaron a varios estudiantes y al menos dos de ellos dijeron que habían recibido instrucciones para separar los componentes de fuegos artificiales y separar la pólvora. A cambio de ello recibirían 50 dólares por hora.

Cuando los agentes volvieron al apartamento de los hermanos Toro encontraron cerca de 15 kilos de distintos materiales y precursores para fabricar explosivos. También fue hallada una tarjeta manuscrita en la que se leía: "Con la luna llena los pequeños conocerán el terror".