Casi 700 personas han sido arrestadas en una macrorredada antiinmigración en Misisipi, Estados Unidos, después de que agentes especiales irrumpieran en siete plantas de procesamiento de alimentos: es la mayor redada de este tipo en una década en todo el país.

Según las autoridades estadounidenses, los arrestados no tenían la documentación en regla, pero la mayoría llevaban muchos años trabajando en Estados Unidos. Tras la polémica, han dicho que valorarán caso por caso.

"En este operativo habrían sido detenidos 107 connacionales mexicanos", detalló por su parte el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, en un mensaje a los medios.

También explicó que en las redadas se solicitó a los empleados de varias plantas procesadoras si podían comprobar su estancia legal y permiso de trabajo, y aquellos que no tenían la documentación fueron inmediatamente detenidos.

El consulado mexicano de Nueva Orleans, Luisiana, estado vecino de Misisipi, ya se encuentra atendiendo a varios ciudadanos mexicanos, al igual que funcionarios de otros consulados cercanos. Por instrucciones de Presidencia, explicó Ebrard, se velará por los ciudadanos.

Así, los que sean repatriados, tendrán garantizado el acceso a la salud, la educación e incluso a un empleo.

Explicó además que el subsecretario para América Latina y el Caribe de Cancillería, Maximiliano Reyes Zúñiga, se encuentra visitando la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a la que solicitará que acuda a los centros de detención migratorios en Estados Unidos.

El presidente mexicano, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, quien asumió el cargo el pasado 1 de diciembre, se ha comprometido a proteger a los millones mexicanos residentes en Estados Unidos y a reforzar la atención consular.