El Departamento de Policía de Louisville (Kentucky, EEUU) tiene previsto despedir a dos de los agentes implicados en la muerte en marzo de la afroamericana Breonna Taylor, quien se encontraba en su apartamento cuando perdió la vida, informaron este martes medios locales.
Los policías que serán despedidos son Joshua Jaynes, quien era responsable de la orden de registro que permitió a los agentes irrumpir en la vivienda, y Myles Cosgrove, el agente que disparó las balas que acabaron con la vida de la mujer, de acuerdo a The New York Times y otros medios que citan los abogados de los dos detectives.
Ambos han recibido una carta del Departamento de Policía de Louisville, en la que se les informa de su despido, y el jueves está prevista una vista para estudiar el caso. Si se produce el despido, Jaynes y Cosgrove serían el segundo y tercer agentes despedidos por su implicación en la muerte de Taylor, suceso por el que ya tuvo que dejar su puesto el agente Brett Hankison.
Taylor, de 26 años, murió a tiros el pasado 13 de marzo después de que esos tres policías blancos entraran en su apartamento para llevar a cabo una orden de registro presuntamente en busca de estupefacientes, que no encontraron.
Los policías irrumpieron en su casa vestidos de paisano, por lo que el novio de la mujer, Kenneth Walker, los confundió con criminales y disparó contra ellos.
Los agentes, sin embargo, aseguran que antes de entrar se identificaron como parte del Departamento de Policía de la ciudad, algo que Walker asegura que no escuchó. La muerte de Taylor, junto con la del afroamericano George Floyd el 25 de mayo en Mineápolis (Minesota), desencadenó una ola nacional de protesta contra el racismo y la violencia policial.