Dice que vivirá "30 o 40 años más"

El Dalái Lama cumple 90 años en plena tensión geopolítica con China

¿Qué ha dicho? El paladín de los budistas, que avisó a China de que no podrían influir en la elección de su sucesor, celebra su aniversario con una gran ceremonia en Dharamshala donde, arropado por miles de fieles, ofreció un discurso centrado en la compasión y la gratitud.

El Dalái Lama celebra su cumpleaños junto al actor Richard Gere.
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Como un David contra Goliat, así ha sido el aviso que hace unos días lanzaba el Dalái Lama a China esta semana: el país del sol naciente no tiene nada que hacer si quiere influir en la elección de su sucesor. La llegada de la advertencia no es baladí. El paladín de los budistas ha cumplido este domingo 90 años y lo ha celebrado dejando de lado la tensión geopolítica.

Así, el Dalái Lama celebró este domingo cumpleaños con una gran ceremonia en Dharamshala donde, arropado por miles de fieles, ofreció un discurso centrado en la compasión y la gratitud. En su intervención principal desde el templo Tsuglagkhang, su residencia en el exilio indio, el líder espiritual no hizo referencias directas a la crisis por su sucesión con China. En su lugar, se centró en la esencia de su práctica diaria.

"Para cumplir los objetivos de uno mismo y de los demás, yo genero esta mente del despertar (Bodhichitta)", afirmó el Premio Nobel de la Paz. El líder tibetano explicó que la práctica de la "bodhichitta", combinada con la visión de la vacuidad, es la base sobre la que establece su camino y aquello que le da "el coraje para trabajar por los demás".

Uno de los invitados más destacados fue el actor estadounidense Richard Gere, amigo y discípulo del líder tibetano. En un emotivo discurso, Gere habló en nombre de los seguidores occidentales: "Nunca hemos visto a alguien que encarne totalmente el desinterés, el amor completo, la compasión y la sabiduría. Nunca hemos visto un ser humano como este", afirmó.

Dice que vivirá "30 o 40 años más"

La celebración, que tuvo lugar en el templo principal de Tsuglagkhang, estuvo marcada por un ambiente de júbilo y profunda devoción. Miles de peregrinos, monjes y dignatarios siguieron los discursos y los actos culturales, en el clímax de un fin de semana que ha desbordado esta pequeña capital del exilio tibetano en el Himalaya.

El tono espiritual del festejo contrasta así con la tensión de los días previos, en los que un cónclave de líderes budistas acordó una nueva estrategia de confrontación con Pekín y el propio Dalái Lama vaticinó que esperaba vivir "otros 30 o 40 años más". Este escenario geopolítico fue abordado por Estados Unidos en una declaración oficial.

En un comunicado, el secretario de Estado, Marco Rubio, reafirmó el apoyo de su país al derecho de los tibetanos a "elegir y venerar libremente a sus líderes religiosos sin interferencias", en un mensaje interpretado como una advertencia directa a China. Junto a la anfitriona India, EEUU es una de las pocas potencias que se ha pronunciado oficialmente, evidenciando la cautela del resto de la comunidad internacional.