El grupo Estado Islámico ha intentado trasladar a 25.000 civiles desde una comarca en el sur de Mosul al centro de esta ciudad para usarlos como escudos humanos, informó la ONU.

Sin embargo, la mayoría de coches no consiguieron llegar a su destino debido a que había aviones de la coalición militar que apoya a Irak que patrullaban la zona y que los obligaron a retornar a la comarca de Hammam al Ali, de donde habían partido.

Los yihadistas libran una batalla contra el Ejército iraquí, que avanza sobre la ciudad y se ha abierto en las últimas horas rutas de acceso estratégicas con el fin de liberarla de más de dos años de yugo del Estado Islámico (EI).

"Estamos muy alarmados por la suerte de éstos y de decenas de miles de civiles más que han sido reubicados por el Estado Islámico en las últimas dos semanas", declaró la portavoz de la Oficina de la ONU de Derechos Humanos, Ravina Shamdasani. De acuerdo al Estatuto de Roma, mediante el que se creó la Corte Penal Internacional, el secuestro de personas en un conflicto armado no internacional es un crimen de guerra.

También lo es -de acuerdo al mismo instrumento legal- ordenar el desplazamiento de civiles por razones no relacionadas con su seguridad o por imperativos militares.

"Observamos que para el Estado Islámico secuestrar a los civiles para llevarlos lo más cerca posible a la ciudad de Mosul, así como de sus oficinas e instalaciones militares, se ha convertido en un patrón de conducta", comentó la portavoz.

El objetivo es asegurarse de que las zonas donde opera están fuertemente pobladas para frustrar las operaciones militares en su contra. Por otra parte, la portavoz reveló que su entidad cuenta con información sobre una nueva ejecución masiva por parte del Estado Islámico, el pasado sábado.

Las víctimas eran 40 soldados del Ejército iraquí, cuyos cadáveres fueron arrojados al río Tigris. Por donde van los yihadistas amenazan también a los familiares de personas que ellos consideran como simpatizantes de las fuerzas de seguridad iraquíes.