La guerra civil que estalló en 2015 ha destruido casi por completo los ya de por sí precarios servicios de alcantarillado y potabilización de agua en uno de los países más pobres del mundo, lo que ha fomentado la expansión de la enfermedad.
"La gran tragedia es que el estallido del cólera en Yemen ha sido una catástrofe humanitaria producida por el hombre que se podría haber evitado", ha declarado Maurer en una nota publicada por el CICR.
"Se trata de la consecuencia directa de una guerra que ha devastado la infraestructura civil y puesto de rodillas al sistema sanitario entero. Esta situación de sufrimiento innecesario me crispa absolutamente. El mundo está paseando sonámbulo en dirección a más tragedia", ha lamentado.