Unas imágenes captadas por el helicóptero de una cadena de noticias local muestran la tensa situación vivida en la autopista interestatal 10, a las afueras de la ciudad texana de Houston, Texas (Estados Unidos). La policía había intentado inmovilizar un enorme camión de remolque que circulaba peligrosamente por la carretera. Tras una persecución, el conductor se detiene en el arcén y comienza un enfrentamiento de casi cuatro horas.

El hombre se negó a cooperar y no cesó de pisar el acelerador en ningún momento, haciendo girar las ruedas, pero sin poder arrancar por culpa de una avería. Medio centenar de agentes se vieron obligados a recurrir a diversas estrategias para sacar al conductor de la cabina.

Primero enviaron un robot para que abriera la puerta de copiloto. Cuando vieron que no daba resultado, utilizaron un ariete controlado a distancia que perforó el chasis de la cabina. Acto seguido entró un perro policial para persuadir al conductor, una vez más, de que se rindiese motu propio, pero él no se movía de su asiento.

Finalmente el hombre fue evacuado a la fuerza alrededor de las 16:00 horas (hora local). Tenía la cara ensangrentada y se tambaleaba al andar. El 'sheriff' del condado de Harris, Ed González, confirmó que el sujeto está hospitalizado por cortes en la cara y no descarta que su insólito comportamiento se debiese a la influencia de estupefacientes.