El cólera sigue sin control en el sur de África. Faltan vacunas y hay cerca de 670.000 contagios y 4.000 muertes, casi el doble que el año anterior. La OMS estima que hay mil millones de personas en riesgo de contagio. El brote se inicio en octubre por las inundaciones y los desastres naturales han dado impulso a esta bacteria que contamina el agua.

Cuando el cólera entra en un cuerpo tan pequeño como el de un bebé, todas las alarmas saltan. Si además el niño sufre de malnutrición, algo que por desgracia sucede demasiado a menudo, el final se complica. "Tiene once veces más posibilidades de morir por una enfermedad antes de los cinco años y una de esas enfermedades puede ser el cólera", señala Blanca Carazo, de Unicef.

La falta de comida los debilita y la pérdida de líquido hace que su organismo se deshidrate. Hay poco tiempo para reaccionar y hacen falta muchas más vacunas. Carazo señala que hay tres vacunas aprobadas por la OMS, pero normalmente no se incluyen en los calendarios de vacunación.

Cerca de 50 países han confirmado ya tener casos de Cólera, una nueva consecuencia de la pandemia y del cambio climático. "Cuando hay un ciclón se desprender infraestructuras y hace que las heces ", explica Susanna Oliver, de World Vision International.

Haití, Sudán del Sur, Malawi, Líbano o Zambia son algunos de los países más afectados. En este último ya han muerto cerca 400 personas y hay más de 10.000 infectados. Su capital, donde hay el mayor número de casos de cólera, ha habilitado su estadio de fútbol como hospital de campaña, relata la citada fuente.

Lo cierto es que prevenir el cólera es sencillo: lejía para desinfectar, jabón y agua potable. Pero esto es algo que, en determinados contextos, resulta difícil de conseguir y su ausencia puede llevarte a la muerte.