Máxima expectación y seguridad en torno al tribunal de Manhattan donde tendrá que declarar en las próximas horas Donald Trump, que ha llegado a última hora del lunes a la Torre Trump en la Quinta Avenida de Nueva York. Horas antes, el expresidente estadounidense abandonaba su residencia de Florida en una caravana de coches, flanqueado por unos 200 seguidores y sin querer dejarse ver.

Por su parte, la Casa Blanca vigila de cerca la posibilidad de que haya violencia en las manifestaciones convocadas para apoyar al exmandatario republicano tras su imputación la semana pasada. Aunque el portavoz John Kirby ha hecho hincapié en que no se han detectado "amenazas activas", sí ha indicado que, por precaución, el Gobierno está siguiendo de cerca la situación y coordinándose con autoridades estatales y locales por si necesitan ayuda.

"Estamos siguiendo esto tan de cerca como podemos para estar preparados", ha indicado este lunes. "La violencia no tiene lugar en Estados Unidos", ha recalcado este lunes.

Los partidarios de Trump habían convocado este lunes una manifestación en el aeropuerto de Palm Beach, en Florida, para despedirle antes de su viaje a Nueva York, donde debe comparecer ante la Justicia por presuntamente comprar el silencio de la actriz porno Stormy Danielsdurante la campaña de 2016.

El viaje del expresidente a la Gran Manzana ha generado revuelo y para este martes hay prevista una protesta en el parque Collect Pond, situado frente al tribunal donde se espera que comparezca. En ella se prevé además que participe la congresista ultraconservadora Marjorie Taylor Green.

Por su parte, el alcalde de la ciudad, Eric Adams, ha asegurado que las autoridades no cuentan con indicios de "amenazas creíbles" a la seguridad y ha aseverado que Nueva York es el "hogar" de los ciudadanos, "no un patio de recreo en el que desatar la ira". "Tenemos la gran ciudad más segura de Estados Unidos porque respetamos el Estado de Derecho", ha remachado.

Aunque se temía que la imputación de Trump provocase la salida en masa de sus seguidores a las calles, en un nuevo episodio similar al del asalto al Capitolio, por ahora las protestas de apoyo han sido escasas.

El jueves, el exmandatario republicano se convertía en el primer expresidente de Estados Unidos en afrontar cargos penales tras ser imputado por un gran jurado de Nueva York, pero los cargos exactos por ahora se desconocen porque el escrito de acusación está bajo secreto de sumario. No obstante, este martes el juez se los leerá y posiblemente se conocerá exactamente de qué está acusado y a qué pena podría enfrentarse.

Trump, por su parte, habla de "persecución política" y "caza de brujas", mientras que su equipo de campaña aseguró haber recaudado hasta cinco millones de dólares en donaciones en apenas 48 horas.