Los actos sexuales entre animales y personas han sido legalizados por el Tribunal Supremo de Canadá mientras que no exista penetración ni ninguna lesión. Las autoridades del país han explicado que las leyes nacionales no establecen con claridad el concepto de zoofilia, por lo que únicamente está establecida la prohibición de que un humano penetre a un animal o viceversa.

Algo que desde las asociaciones contra el maltrato animal critican con rotundidad. Varios representantes de los partidos animalistas se han manifestado con el objetivo principal de que las leyes respecto a los animales sufran un gran cambio, ya que dicen que son obsoletas y que no protegen a los animales de Canadá.

Esta normativa se ha implantado tras la última polémica que ha vivido el país. El caso de un hombre que ha sido condenado a 16 años de prisión por 13 delitos de agresión sexual a sus hijastras, en los que además de violarlas, untaba de mantequilla los genitales de las víctimas y obligaba a su perro a lamerlos mientras lo grababa en vídeo.