Desde el sur del río Columbia, que comparten Estados Unidos y Canadá, hasta la frontera con California, la costa oregonense es una mezcla de extensas playas de arena, superficies rocosas e imponente vegetación, pero es al sur de la playa de Newskowin, entre la reserva natural Cascade Head y la bahía de Nestucca, a unos 24 kilómetros al norte de la ciudad de Lincoln, donde se encuentra esta maravilla del Pacífico.

El madrugador que prevé en su paseo la marea baja, descubre además unos 200 tocones de árboles que emergen de la arena bañados por océano, un paisaje lleno de misterio y belleza.

Algunos tocones dan señales de haber sido talados sin suerte. Pero cobran vida y parecen sonreír a los amantes de la naturaleza, lugareños y fotógrafos que caminan en silencio hacia el pasado, pues la historia del imponente paisaje lleno de muñones es larga.

Las tormentas causadas por el fenómeno climático conocido como 'El Niño' en 1997 dejaron al descubierto los restos de este antiguo "bosque" de picas y cedros, que parece mirar al mar con un halo de orgullo. Los expertos estiman que el "bosque" tiene 2.000 años de antigüedad. Calculan que los árboles alcanzaban los 60 metros de altura.

Como aún descansan en suelo de origen, se cree que los niveles del mar eran muy similares en la antigüedad a lo que son hoy en día. Los muñones están cubiertos de percebes, mejillones y otros moluscos. El centro de algunos troncos, particularmente grandes, se ha erosionado, creando piscinas poco profundas en las que la vida marina queda atrapada.

Los geólogos afirman que el extenso "bosque" fue sacudido y enterrado en el océano como resultado del terremoto de Cascadia, nombre propuesto por activistas que buscan la independencia de esta región, en el año 1700.

Samuel Willis, geoarqueólogo de los parques estatales de Oregón, comentó que la investigación geológica acerca del Bosque fantasma ha servido para profundizar en el conocimiento sismológico a lo largo de la costa del Pacífico.

"Es un signo de lo que vendrá. Las pruebas de radiocarbono y la datación de anillos de los árboles, junto con la tradición oral de los nativos americanos, nos permitió relacionar el tsunami de Oprhan, ocurrido en Japón, con el terremoto masivo asociado con la zona de subducción de Cascadia, datado el 26 de enero de 1700", indica el experto.

"Sabemos con certeza que volverá a suceder, ya que se ha pronosticado un 10% de posibilidades de que ocurra un evento sísmico de tamaño similar dentro de los próximos 50 años en el noroeste del Pacífico", vaticina rotundamente Willis.