El libro del príncipe Harry, 'En la sombra', sale a la venta este martes y lo hace con varias bombas que su protagonista ya ha ido soltando en las últimas horas. Hasta de la muerte de su madre, la princesa Diana, ha hablado Harry, explicando que solo la ha llorado una vez, algo por lo que se siente culpable.

Sobre su muerte, Harry señala a los tabloides como responsables, comparándolo con una bicicleta: "Fue como una cadena; si quitas un eslabón (la prensa), el accidente no hubiera ocurrido".

El accidente le obsesionó tanto que quiso reabrir el caso. Pidió leer el informe del accidente y ver las fotos, aunque no le dejaron ver las más duras. "Estoy agradecido de que no me dejaran verlas, porque esas cosas se te quedan grabadas para siempre", asegura.

Incluso recorrió el tunel a la misma velocidad a la que se estrelló su madre para saber "si era posible perder el control". Tal fue su obsesión que creía que seguía viva y que solo se escondía de la prensa.

La mala relación con su hermano no ayudó a superar el trauma. Ahora hemos conocido sus peleas, cómo el ejércido le salvó la vida al sentirse útil para otros, su adicción al alcohol y a la cocaína, algo que Meghan Markle logró cambiar.

Asegura que tanto él como Meghan están dispuestos a pedir perdón por sus errores, pero que hasta hoy nadie de su familia ha sabido decirle qué errores son esos.