Una mochila bomba en Downing Street para provocar un atentado en el número 10: era lo que pretendía llevar a cabo al menos un terrorista, según la Fiscalía británica.
El objetivo último era matar a la primera ministra del país, Theresa May, y para conseguirlo, había ideado este plan: la primera parte de su acción consistía en hacer explotar la mochila bomba junto a la residencia oficial de May. Pero esa explosión sería sólo para provocar el caos.
En la segunda parte de su macabro plan, aprovecharía la confusión para, armado con cinturones explosivos, spray de pimienta y cuchillos, llegar hasta la oficina de May y matarla, cometer un magnicidio en la propia residencia de la jefa de Gobierno.
El sospechoso, de sólo 20 años, llegaba a los tribunales: cuando lo detuvieron, la semana pasada, tenía dos artefactos no activos. Junto a él ha comparecido otro joven detenido también por intentar unirse a Daesh en Libia para cometer ataques terroristas.