Han pasado 74 años desde que la bomba atómica destruyera la ciudad japonesa de Hiroshima. Sin embargo, siguen luchando porque no se repita una historia tan grave como la suya.

En la ceremonia para la conmemoración del aniversario del bombardeo, el alcalde la ciudad Kazumi Matsui ha instado a que los jóvenes no olvidaran el sufrimiento de su pueblo. Durante el discurso, Matsui ha leído textos escritos por supervivientes a la catástrofe en los que narraban el horror de lo sucedido y pedían que no se repitiera.

El alcalde también ha dirigido unas palabras a los líderes mundiales, a los que pedía que se unieran al Tratado para la Prohibición de las Armas Nucleares. A su país le ha pedido que mostrara "liderazgo para dar el siguiente paso hacia un mundo libre" de este tipo de armamento. El primer ministro japonés, Shinzo Abe, presente en la ceremonia, ha hablado también al fin de las armas nucleares pero sin mencionar el Tratado.

El acto se ha celebrado en el Parque Memorial de la Paz, construido sobre un barrio que quedó completamente destruido tras el impacto de la bomba. En este Parque se ha levantado también un Museo para la Bomba Atómica. Uno de los elementos más impactantes de este parque es la conocida como Cúpula Genbaku. Se trata del esqueleto de un antiguo Pabellón con oficinas gubernamentales, un edificio en ruinas que muestra lo poco que pudo resistir al ataque nuclear.

Cúpula Genbaku (Hiroshima)

Las consecuencias de la bomba sobre Hiroshima fueron superlativas e inminentes: se calcula que unas 70.000 personas murieron en el instante de la explosión. Más tarde, fallecería una cantidad similar por las graves heridas y los efectos de la radiación. Murió gran parte de la población y los pocos supervivientes o hibakusha, como ellos prefieren llamarse, se enfrentaron a las posteriores consecuencias de los elementos radioactivos.

La tragedia volvió a Japón tan solo tres días después, cuando el Gobierno de Estados Unidos lanzó nuevamente una bomba atómica, esta vez sobre la ciudad de Nagasaki, causando 80.000 muertos más. Los ataques nucleares estadounidenses acabaron con la vida de unas 130.000 personas en tan solo unos días.

El mundo en guerra

En los años 40, el enfrentamiento entre potencias era muy intenso. Roosevelt, presidente del Gobierno estadounidense durante la guerra, puso en marcha el proyecto Manhattan. Se destinaron ingentes cantidades de dinero y recursos para la investigación en materia nuclear con el fin de conseguir la ansiada bomba atómica.

Incluso se llegó a fundar una especie de ciudad, conocida como Los Álamos, en la que los investigadores y trabajadores residían totalmente aislados. De esta forma, se prevenía cualquier posible filtración de información a la vez que se limitaba el impacto de posibles accidentes.

Desde Estados Unidos comenzaron la investigación con la idea de que Alemania disponía de este tipo de armas. Sin embargo, un tiempo después les llegaron noticias que afirmaban lo contrario. A pesar de ello, se decidió seguir adelante con el proyecto.

Algunos investigadores, conscientes de que sin la amenaza alemana el peligro era menor, propusieron no atacar y realizar únicamente una demostración del poder de las armas de las que disponían. Aunque esta prueba se llevó a cabo, no se impidió que se realizara el ataque.

Un primer avión sobrevoló el 6 de agosto de 1945 la ciudad de Hiroshima para evaluar las condiciones meteorológicas. Los habitantes ni siquiera reaccionaron ante esto, era algo cotidiano para ellos. Una hora más tarde, el avión Enola Gay lanzó la bomba bautizada como "little boy" sobre la ciudad japonesa.

Parque Memorial de la Paz (Hirosima)

A pesar de las graves consecuencias, desde el Gobierno de Estados Unidos justificaron el lanzamiento de la bomba atómica como una respuesta al ataque a Pearl Harbor y como una forma rápida de terminar con la guerra.

El final definitivo de la Segunda Guerra Mundial se lograría con el ataque atómico a Nagasaki. La destrucción causada por la bomba conocida como "fat man" que cayó sobre esta ciudad provocó la capitulación de Japón.

Prohibición de las armas nucleares

En su discurso durante la ceremonia, el alcalde de Hiroshima pedía que las grandes potencias se comprometieran con el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares de la ONU.

Aprobado en verano del 2017, este tratado aprobado por la Organización de las Naciones Unidas tiene como objetivo "evitar la proliferación de las armas nucleares" para "lograr el desarme nuclear y general completo".

La ONU lleva a cabo varias iniciativas para controlar el uso de las armas nucleares. Por ejemplo, en 1970 entró en vigor un Tratado de No Proliferación para regular este armamento. Este será revisado en una Conferencia el próximo año para prevenir la propagación de las armas nucleares.