El Senado ha rechazado con 38 votos en contra y 31 a favor legalizar el aborto en Argentina, al término de una larga sesión de debate que ha sido seguida desde la calle por movilizaciones a favor y en contra.

La iniciativa no se podrá volver a discutir en el Congreso hasta el 1 de marzo de 2019, cuando comienza el nuevo curso legislativo, y tendrá que empezar de cero, si bien el Gobierno de Mauricio Macri sopesa incluir cambios sobre el aborto en la reforma del Código Penal que espera presentar este mes.

Entre "mucha emoción" y sonrisas de oreja a oreja, los detractores del proyecto de ley que buscaba aprobar el aborto en Argentina aplaudieron que el Senado haya estado de su lado y haya tumbado una iniciativa que los que sí la apoyaban continuarán defendiendo para que salga adelante en 2019.

Miles de personas, separadas por vallas entre los que se mostraban a favor (con pañuelos verdes) y en contra del texto (pañuelos celestes), se congregaron a lo largo de toda la fría y lluviosa jornada del miércoles a las puertas del Congreso argentino, en Buenos Aires, para seguir el debate de cerca.

Los que pedían aprobar la ley del aborto sustentaban su "sí" principalmente por una cuestión de salud pública, por la alta mortandad de mujeres en los abortos clandestinos que se celebran en el país. Camila Piñero, 20 años, remarcó que hasta el último momento guardó la "esperanza" de que lograrían el cambio de opinión de los senadores.

"Creo que continúa (la lucha). Se logró una gran marcha", añadió, convencida de que, a pesar de lo ocurrido, ha sido un hecho "histórico" que el aborto haya podido debatirse en el Congreso, tras muchos años de intentos fallidos.