El desbordamiento del río Ebro deja ya cerca de 10.000 hectáreas de terreno inundadas desde el sábado, en la que puede llegar a ser la mayor crecida del último siglo, que supera ya las cifras de la de hace seis años. El pico de la crecida ha pasado en la tarde de este lunes por Pradilla de Ebro, en la Ribera Alta, donde campos de cultivo, árboles y senderos han quedado totalmente anegados.

La víspera, en Novillas se evacuaba a medio centenar de vecinos. Las imágenes de satélite difundidas por el Instituto Geográfico Nacional muestran ya el antes y el después de la crecida del río en el sector comprendido entre la citada localidad y Gallur:

Declaración de zona de emergencia

Este lunes, el presidente de Aragón, Javier Lambán, avanzaba que el Ejecutivo autonómico iba asolicitar ladeclaración de zona catastrófica. Una petición que se realizaría en conjunto con la presidenta de Navarra, María Chivite, asegurando no obstante que no se habían cumplido "las peores previsiones". "Ha sido una noche larga, con los alcaldes al pie del cañón, con todos los operativos activados y muy bien coordinados", destacaba.

En una entrevista en Al Rojo Vivo, la portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, señalaba que el Ejecutivo seguía con preocupación esta "catástrofe natural" y que se analizarán al detalle las peticiones. Poco después, era el propio presidente Sánchez el que confirmaba que se declarará la zona de emergencia (antes zona catastrófica) en los territorios afectados. Sin concretar si la decisión se adoptará en la reunión del martes o el viernes, sí ha adelantado que se aprobará esta semana.

Sánchez ha expresado la solidaridad del Gobierno con quienes están sufriendo las consecuencias de la borrasca Barra y ha trasladado su condolencia a los familiares y amigos de las dos personas fallecidas. De la misma forma, ha elogiado el trabajo de los servicios de Protección Civil y de emergencia que están trabajando sobre el terreno.

Entretanto, los vecinos de la zona continúan entre impresionados y asustados ante la fuerza del agua y las imágenes de parques inundados, campos de fútbol invadidos por el agua y zonas de granja completamente anegadas, donde los Bomberos han tenido que entrar para socorrer animales en Novillas.

Los campos de cultivo en los alrededores de los pueblos han sido lo primero en rendirse al agua y desde el sector agrícola hablan ya de "pérdidas históricas", según distintas organizaciones agrarias citadas por la agencia Efe. Antonio Miguel, vecino de Gallur, lamentaba este lunes, en declaraciones a laSexta, cómo en este "pueblo agrícola", la huerta ha quedado "completamente bajo el agua".

Las labores de más de 300 militares de la UME y los vecinos han evitado, de momento, consecuencias incluso peores: aunque a la altura de Pradilla el agua ha llegado a superar una altura de siete metros, las motas y achiques constantes han evitado que llegara al casco urbano.

Ahora, los servicios de emergencia se centran en las labores de contención antes de que la crecida alcance la Ribera Baja. En las próximas horas se espera que el pico de la crecida llegue a Zaragoza, donde ya se han inundado paseos, zonas deportivas y aceras.