El secretario general de UGT, Josep Maria Álvarez, ha asegurado que la lucha por la igualdad y el feminismo serán algunos de los valores y elementos clave que formarán parte del nuevo manifiesto actualizado de la UGT: "El manifiesto declara la UGT como un sindicato feminista. Creo que es el gran momento de la mujer".
En declaraciones a los medios antes del acto de conmemoración del 130 aniversario de la UGT que se ha celebrado este domingo en Barcelona, Álvarez ha explicado que "es el gran momento para que el siglo XXI acabe con la desigualdad, con la brecha social, con el acoso y con el maltrato, y que finamente se pueda conseguir una sociedad de mujeres y hombres iguales".
Ha aclarado que el manifiesto pone también encima de la mesa no solo la necesidad de avanzar desde la perspectiva legal sino también desde la perspectiva real: "las mujeres y los hombres de este país tienen que ser libres para decidir su futuro, para decidir con quién viven y eso lo tenemos que hacer desde el punto de vista del trabajo".
Según Álvarez, hoy en día "es fuente de discriminación en muchas empresas no solo el ser mujer y el ser madre, sino el ser homosexual, el ser lesbiana y ser transexual", motivo por el cual ha insistido en que serán estos los valores que guiarán la acción del sindicato en los próximos años.
El secretario general de la UGT ha rendido homenaje a los 130 años de historia del sindicato, y ha querido dejar constancia de sus raíces que, a su juicio, ningún vendaval se las podrá llevar: "Sus raíces son las necesidades de nuestra gente".
Es por ello que ha dicho que hay valorar a la gente que ha traído el sindicato hasta donde está hoy en día, a todas las conquistas, a todas las derrotas, y que también que hay que reconocer los errores que han tenido en estos años.
Ha asegurado que encaran los próximos años con "ánimo de renovación, de actualización, de situar desde los valores tradicionales del sindicato, sobre todo desde la declaración de principios de 1932, las nuevas necesidades de la sociedad".
Así, ha reconocido que "hay que coger impulso para el futuro", que se necesita un sindicalismo y alternativas más globales, y sumar a los ciudadanos a la lucha internacionalista que no discrimina a las personas, según ha explicado.
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