Llegamos a la calle de un polígono y visitamos una a una las naves: ninguna supera los diez trabajadores. Son empresas con muy pocos empleados, una de las causas que explican que la productividad en España se comporte peor que el resto de Europa.

Nuestro país se ha estancado a este respecto en los últimos años, incluso descendiendo en 2019. Son compañías con dificultad para la formación, clave en la productividad. "No tienes dinero ni capacidad. Aunque quieras ir más rápido, al final esto te retiene", explica Ana Mondragón, miembro del departamento de Marketing 'Mondragón'.

Los expertos señalan otra causa de esa baja productividad: se crea mucho empleo en la hostelería y se destruye en las compañías con mano de obra muy cualificada que escasea y donde su éxito no está tanto en echar muchas horas, sino en que las que se trabajen sean lo más rentables posible.

"Somos conscientes de que no por meter más horas en la oficina la productividad sea mayor. Dedicamos mucho tiempo semanal a las formaciones", explica Iñaki Gorostiza, socio fundador de 'Lin3s'. Según la OCDE, dentro de los países más desarrollados España es el que más empleo destruyó en los sectores más productivos.

Nuestro país supera así a Portugal, Grecia o Italia y se aleja de Alemania o Reino Unido, que crearon empleos productivos. Algunos empresarios piden más ayuda de la administración. "No nos dan ningún tipo de facilidad. Al revés", ha criticado Marcos González, encargado de un taller. Un aspecto, el de la productiva, clave para la economía porque tiene impacto directo en nuestros sueldos y donde también tiene que mucho que ver un aspecto más abstracto: la felicidad.