La 'caja opaca' de la Generalitat valenciana fue un agujero negro de gastos sin control durante años. Marisco a domicilio o una comida por la que pagaron una factura de 1.250 euros. Con la casualidad de que parte de las facturas de la época de Juan Cotino al frente de la consellería de Medio Ambiente se perdieron durante un traslado. Son las correspondientes a los años 2009 hasta parte de 2011.

Desde el Consell insisten en que todo es legal y responsabilizan a los funcionarios de las posibles irregularidades, algo que ha indignado al colectivo. Más de 370 personas se han ofrecido voluntarias para fotocopiar las facturas de la caja fija de la generalitat valenciana para acabar con el argumento del Consell.

Por su parte, Alberto Fabra se comprometió a hacer públicos los gastos, pero de momento el Consell recurrirá la sentencia que les obliga a hacerlo.