En la diputación de A Coruña, cada funcionario que se jubila, es despedido, o provoca baja deja una silla huérfana. Pero al mismo tiempo crecen los altos cargos, como cuenta Alberto Cadaveira, delegado de CIGA: "En la Diputación se han amortizado varias plazas de funcionario y se contratan altos cargos".

Un modelo que se repite en todos los niveles de la administración. En 2013 ha crecido el gasto en personal de confianza y altos cargos, mientras se desploma el relativo a los funcionarios.

"Es imposible conocer la cifra de asesores, no se conoce la partida global", en palabras de Mª Carmen Barrera, secretaria de Acción Sindical de UGT-Servicios Públicos. Miguel Borrá, presidente de CSI-CSIF, denuncia que "los asesores cobran unos 50.000 euros mientras los funcionarios sufren recortes y despidos".

Los conocen como los 'pata negra'. Este año nos hemos gastado en asesores y personal eventual casi 87 millones de euros. El coste aumenta no porque suban sus salarios, sino porque cada vez hay más.

Los sindicatos hablan de más de 20.000 repartidos entre la administración y las empresas públicas. y la oposición pone el grito en el cielo, como el diputado de UPyD, Carlos Martínez Gorriarán: "Las instituciones se han convertido en la oficina de colocación de gente que en el mercado laboral no tendría dónde caerse muerta".

Pere Macías, de CiU, cree que "el Gobierno no se preocupa de su austeridad, sino de la austeridad de los demás". Un escándalo de dedazos y enchufes que se reproduce por todos los rincones de España.