La subida sin freno de los precios de las viviendas y la pérdida de poder adquisitivo son los dos motivos que empujan a muchos hogares españoles a tener algún problema relacionado con la vivienda: "En este aumento de la brecha de la desigualdad, las rentas medias están cayendo del lado de los más vulnerables", señala Elena Martínez Goytre, responsable de Evaluación e Investigación de 'Provivienda'.

Esta situación provoca que muchas familias tengan que pedir ayuda para encontrar una casa: "Con un sueldo básico, no puedes pagar un piso", lamenta Jeniere Carolina Astudillo, inquilina, quien tiene una familia de cuatro, aunque en su casa entran dos sueldos. "Llevaba meses buscando alquiler, y era imposible", expresa.

La mujer paga 700 euros de alquiler, pero a su alrededor los precios son mucho más altos, y los estándares internacionales lo dejan claro: no se debería destinar más del 30% de los ingresos al pago de la vivienda. "Llegará un momento en el que dos sueldos no van a ser suficientes para los gastos que puedan venir si aumenta el precio del piso", advierte Jeniere Carolina.

La subida de los precios arroja a más de cinco millones y medio de hogares (uno de cada tres) a lo que se conoce como 'exclusión residencial', que es, tal y como indica Elena Martínez Goytre, "cuando consideramos que (la vivienda) no cumple su función integradora".

Además, el impacto de esto va más allá de lo material, tal y como señala Consuelo Tomás, psicóloga clínica: "La autoestima está muy vinculada a poder estar en nuestra casa, porque se convierte en un refugio, en algo que nos proporciona seguridad". Y cada vez hay más personas en peligro. En concreto, más de dos millones de hogares están en riesgo de caer en exclusión simplemente por pagar un techo bajo el que vivir.