Cualquiera puede participar con una pequeña aportación. Algunos ayuntamientos también buscan fórmulas para suplir las becas de movilidad anuladas de sus estudiantes.

La universidad pública de Barcelona no quiere que sus alumnos con más dificultades económicas acaben abandonando los estudios, por eso su nuevo programa "Apadrina el talento" busca donantes a través de la Ley de Mecenazgo para ayudar a los que menos tienen.

"A estas personas se les hace un poco lo mismo que estamos haciendo con los estudiantes, una ayuda a demanda para cubrir unas necesidades específicas y también a las empresas que se nos acercan les acercamos los objetivos que consideran principales y que podemos compartir con ellos", señala Gemma Fonrodona, vicerrectora de estudiantes de la Universitat de Barcelona.

Particulares pero también empresas podrán incluso poner su nombre a algunas becas. Algo que no gusta al sindicato de estudiantes. "Esto conlleva la entrada del sector privado en la universidad algo contra lo que llevamos luchando durante muchos años", dice Andrés Millán, representate de estudiantes de la Universitat de Barcelona.

Restricciones en las notas para quienes quieran optar a una beca y miles de estudiantes sin ayudas, son las consecuencias de la política educativa del Ministro Wert. En la universidad saben que ayudar a los alumnos con situaciones más precarias es misión de los poderes públicos.

"Son las instituciones públicas las que tienen esta misión de generar la igualdad de oportunidades e intentar generar los recursos pero mientras tanto tenemos que aprovechar lo que podamos tener", afirma Fonrodona.

Hasta que llegue ese momento, se han propuesto que el talento no acabe sin titulación oficial.