Antonia tuvo que cerrar en 2017 su copistería. Tenía 59 años. "Puse muchísimo dinero, me gasté todos mis ahorros. Daba unas pérdidas muy grandes y ya llegó un momento que no podía seguir con el negocio", afirma.

Cobró un año el cese actividad (el paro de los autónomos), pero luego le denegaron el subsidio para mayores de 52, pese a haber cotizado 43 años en total, 20 en en una empresa y 23 como autónoma. Antonia denuncia que "no se puede dejar en la cuneta a personas que han cotizado durante toda su vida". "Yo me siento totalmente abandonada", expresa.

Como Antonia está José y cerca de 100.000 autónomos, según cálculos de UPTA, que intentan cobrar esa ayuda de 426 euros y reciben la misma respuesta: "Me dijo la chica del INEM algo que se me clavó en el corazón: 'Los autónomos no tienen derecho a nada'", asegura José Luiz Oubiña, fotógrafo. "No tengo ningún tipo de ayuda y tengo todas las cargas familiares", lamenta.

Por eso, desde UPTA piden al nuevo Gobierno que los autónomos puedan acceder también a la ayuda para mayores de 52 años. "Estos autónomos no pueden quedar tirados, dejados de la mano de dios", manifiesta Eduardo Abad, presidente de UPTA.

"Dejados de la mano de dios" y con deudas acumuladas. "Y cuando toca despedir, hay que pagar las indemnizaciones, por lo que echas mano de tu patrimonio. La vida de autónomo es dura, dura, muy dura", expresa Miguel. En su caso, tras meses sin cobrar ninguna ayuda, ha conseguido un trabajo temporal.