Muchas familias viven de alquiler porque no pueden permitirse comprar por loselevados precios, unos precios que según los expertos en ciudades como Barcelona o Madrid podrían no subir más. "En la ciudad de Barcelona el crecimiento había sido del 12% hace tres años. En los próximos informes el resultado será cero o incluso negativo", apunta Lázaro Cubero, responsable de análisis de Tecnocasa.

Una de las causas es la diferencia entre lo que piden los vendedores y lo que están dispuestos a pagar los compradores: esta brecha es ya del 19%.

El estancamiento se ha notado ya en el segundo semestre, aunque sube el precio de la vivienda lo hace mucho menos que hace un año, incluso cae unas décimas si lo comparamos con el trimestre pasado.

"Llega un punto que el hilo entre oferta y demanda no se cruza, los sueldos no han aumentado, la economía no ha aumentado, por lo tanto al final todas las operaciones se ralentizan mucho", explica Aroa Ortiz, asesora inmobiliaria de Red Piso.Un frenazo que se acentúa en la vivienda nueva y en las grandes ciudades.